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domingo, 16 de noviembre de 2014

Domingo.

Al final te acostumbras a levantarte unos minutos antes que suene el despertador, y te preguntas ¿es domingo o es lunes? Son esos días en los que estás perdida y no sabes en qué día vives. 
De pronto, miras la agenda y te das cuenta que estás en mitad de Noviembre, un mes frío que de repente ha aparecido sin más. Hace nada estaba en Agosto, acabando de disfrutar los últimos días de vacaciones que tenía por delante.

Aquí estamos, casi en Diciembre y sin creérmelo aún. Pasan los días, pasan las horas y te das cuenta que lo que te falta es tiempo. A veces haces demasiadas cosas que ocupan tu tiempo de tal manera que te quedas sin él. Ese bien tan preciado que escasea en nuestras vidas. 
Sin embargo, no te queda otra, que acabar viendo como pasan los días y acostumbrarte a ese agridulce ajetreo de cada día. Hay días que necesitas un respiro, un abrazo, un descanso y un abrazo, o cómo quieras, un abrazo con descanso. Son esos días que necesitas, pero que nunca aparecen o a lo mejor son tan pocos que a penas los notas. 
Te das cuenta que echas de menos los viejos tiempos, aquellos en los que te sobraba el tiempo. Pero te das cuenta, que a medida que avanzan los años, cada vez es menos tiempo el que tienes. 
¿Qué duro parece todo, verdad? Al final, nos acostumbramos a ello, a vivir del ajetreo y a disfrutar los efímeros momentos que tenemos para despejarnos, relajarnos y "vivir", aunque no sé si realmente se podría calificar como vivir, pero sí como "disfrutar el poco tiempo que tenemos para vivir"...

lunes, 25 de agosto de 2014

Pequeños momentos.

*

Suena el despertador "Yes, this love's not good enough It's time of let it go; Our weary hearts just fall apart I feel iy in my bones..." , abres los ojos y no sabes realmente qué hacer, volverlos a cerrar y esperar a que vuelva a sonar la siguiente alarma, o revolverte entre las sábanas y esperar a que te dé uno de esos venazos milagrosos para levantarte... 
Días así son los que se van agotando poquito a poco, nuestro querido Agosto se esta evaporando a medida que pasan los días. Y pensar que hace nada eran principios de Julio y quedaba todo y más por disfrutar... 
Sin embargo, me quedo con estos dos meses (Agosto y Julio), así como si fueran "dos romeos" que te lo dan todo sin pedir nada a cambio, te dan días de relax para que te lo tomes con calma pero sin embargo, llegará el momento de decir adiós a estar más tiempo metida en la cama, adiós a los días de playa-sol-piscina-montaña-excursiones-salidas-fiestas..., adiós a los días de no hacer nada (absolutamente nada) que el sofá contenga tu cuerpo y dejarte llevar por las películas y las series que más te encantan. 
Como siempre dicen, todo lo bueno acaba, pero así como volverá la rutina, una vez pase... tendré otra vez a mis dos romeos, aquí conmigo, para seguir disfrutando otra vez.

sábado, 16 de agosto de 2014

Vida nueva.

A veces tienes que borrar unas cuantas entradas pasadas para darte cuenta de que las cosas se superan poco a poco. 

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Vida nueva. ¿Eso tiene muchos significados? A veces nos han tenido que golpear tan fuerte para darnos cuenta de las cosas, ¿nos gusta sufrir? no creo que esa sea la respuesta, sino que nos aferramos tanto a lo que queremos que no podemos ver más allá, pero es una lástima, porque eso que no vemos son cosas de lo más importante. 

Amortiguamos el golpe, o al menos eso intentamos, a veces nos cuesta, otras veces se nos hace interminable, se nos hace cuesta arriba y no sabemos que hacer... Pero pocas veces, algunas quizás, aparecen las personas adecuadas en el momento inesperado, son esas personas las que te hacen el camino más ligero y te ayudan a seguir. Te das cuenta que los días pueden seguir siendo alegres a pesar de todo y que la nueva vida que comienzas la has comenzado antes de tiempo... 

domingo, 27 de abril de 2014

No words.

¿Dónde están las palabras? A veces te quedas sin habla, a veces quisieras decir tanto pero no tienes fuerzas para decir algo. Dicen que las palabras salen solas, pero a veces sale algo antes, ¿qué sale? lágrimas, lágrimas que te llenan el rostro, prefieres no decir nada para no sentirte peor, pero sientes que ya estás en ese "peor" porque te das cuenta que no puedes dejar de llorar. 
¿Dónde están los días buenos? Me hace falta un día bueno, no encuentro un día "bueno", veo "días" pero ya está. ¿Dónde está esa sonrisa mía que salía todos los días? Ahora sale una sonrisa que intenta mostrar que no pasa nada, pero realmente pasa y pasan muchas cosas, todo de golpe como un tornado que acecha sin más, todo viene hacia mí y yo no puedo más. Me faltan ganas, me faltan fuerzas, ¿dónde estoy? ¿dónde me encuentro? No lo sé, sólo me queda esperar a que todo vuelva a la normalidad, que pase el tornado y que todo vuelva a estar "bien". 

sábado, 8 de febrero de 2014

Un poco perdida.


Días en los que te levantas y no sabes por qué, es decir, hay algún motivo, ¿hay alguna razón por la que me deba levantar? A veces existen los días que tanto anhelamos pero otras, otras son días sin más, días en los que no encuentras el verdadero motivo por el cual abrir los ojos, despertarte y seguir.
Días que mejor no pasar, días sin sentido, días estúpidos, días inútiles, días tristes, días que ya no sabes qué hacer pero a veces ya no puedes ni volverte a dormir y das mil vueltas, o incluso más, pero lo único que sabes es que no te quieres levantar, ¿y, entonces? ¿te jodes, no? Es decir, te toca levantarte como cada día, aunque a veces puedes pasarlo en la cama intentando dormir, pero te das cuenta que ya no puedes más, no consigues volverte a dormir por más que lo intentes. ¿Qué hago?
Pues nada, a veces no podemos hacer nada, sino todo lo contrario hacerlo todo sin hacer nada, darnos cuenta que toca levantar cabeza y estar en pie, animarnos aunque sea con la típica frase de "hoy es un buen día para sonreír", toca animarnos, darle un toque de gracia a nuestro día, porque es NUESTRO DÍA, Y SÓLO NUESTRO.

lunes, 20 de enero de 2014

Superar la caída.

Muchas veces caemos, sentimos que poco a poco nos vamos hundiendo y que no hay nada que evite nuestra caída. ¿Qué pasa después de la caída? 
Nos sentimos tan hundidos que no nos quedan fuerzas para levantarnos, nos faltan ganas, nos falta motivación, nos falta ese algo que diga, vamos, sigamos y que le den a la caída. A veces nos golpea tan fuerte y tan de cerca que no podemos evitar derramar mil lágrimas y sentirnos decepcionados de uno mismo... pero tampoco ganamos nada hundiéndonos en la miseria y que la gente se compadezca de nosotros o incluso se decepcione. 
La caída nos ha de hacer reflexionar y darnos aún más motivación para que con todas nuestras fuerzas evitemos una caída como esa. A veces tenemos que caer para aprender o quizás para valorar más aún todo, para ganar esa fuerza descomunal y poder con lo que nos venga y más.
A veces pensamos que ya no podemos seguir adelante porque esto nos puede, pero al contrario, nosotros tenemos que poder con ello, tenemos que sacar las fuerzas de donde no las haya y luchar por nosotros mismos, porque si nosotros no luchamos, nadie lo hará por nosotros.