Hoy es uno de esos días a los que llamamos "días de relax", que una vez después del torbellino de estudiar cada día, sin parar, sin darte un respiro, acaba llegando. Se agradece, es más, creo que deseaba con todas mis fuerzas que llegaran los días así. Cuánto echaba de menos estos días, los días en que puedes hacer todo tipo de cosas, entretenerte leyendo un libro, bailar, escuchar música mientras bailas en tu habitación, ordenar todo tipo de papeles que tenías acumulados en la típica silla que tiene de todo menos un lugar para sentarte, el placer de poder ver una pelicula tras otra o de incluso recurrir a chafardear ese tipo de revistas que tanto te gustan, qué bonito es el placer de no hacer nada y a la vez hacerlo todo.
Vivimos tan ajetreados que cuando llegan los días así, no sabemos por dónde empezar, e incluso acabamos el día un poco cansados de haber hecho tantas cosas que echabamos en falta o que estaban pendientes por hacer pero que no hacíamos porque no teníamos tiempo para ello, es más, creo que seríamos capaces de crear más horas para acabar de hacer tantas cosas que tenemos por delante. Sin embargo, no disponemos de ese poder y nos tenemos que conformar con las 24 horas que tiene el día, que a simple vista parece mucho pero para nuestras vidas es un bien bastante escaso.
Así que toca DISFRUTAR, disfrutar de los días ajetreados, disfrutar de los días de relax, disfrutar cada día de nuestras vidas porque no se va a volver a repetir.